GASTRONOMÍA
La gastronomía irlandesa se vio afectada por las condiciones sociopolíticas del país tras la conquista inglesa y la patata se convirtió en un alimento fundamental tras la gran hambruna del siglo XIX. Hoy, la cocina tradicional, inspirada por cultivos y animales de crianza, continúa estando presente en las mesas de toda la isla. Algunos de los platos que pueden degustarse a lo largo de toda la isla son: “Beef and Guinness Strew”, un delicioso estofado de ternera en el que emplean la famosa cerveza local; “Bacon and cabbage”, una preparación basada en beicon, tocino ahumado, col y patata cocida; “Seafood Chowder”, una riquísima sopa de pescado; “Boxy”, una especie de pastel de patata típico del norte; y “Sunday Roast”, un asado de carne con verduras llamado así por la costumbre de tomarlo en domingo. En el apartado de bebidas, además de la conocida cerveza, Irlanda cuenta con un buen listado de suaves y ahumados whiskys nacionales. Tentador, ¿verdad?
La cocina tradicional puede disfrutarse en casa, en la multitud de pubs y restaurantes o a través de las numerosas ferias y festivales que congregan a locales y visitantes como The taste of Dublin, the Taste of West Cork Food Festival o el Kinsale Gourmet Festival, entre otras deliciosas propuestas.